martes, mayo 14 2024

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La Casa G: La casa sustentable en Argentina

Nuestros hogares son responsables de más del 50% de las emisiones de CO2 y del consumo de energías primarias del planeta; son responsables directos del efecto invernadero y el cambio climático; de la pérdida de biodiversidad, la contaminación de ríos, mares y suelos. Paradójicamente construimos nuestros hogares para protegernos del clima y con ello estamos contribuyendo al cambio climático, poniendo en riesgo nuestra supervivencia y la de futuras generaciones.

La Casa G es un emprendimiento privado sin fines de lucro, cuyo objetivo es fomentar el uso racional de los materiales, las buenas prácticas ambientales, el ahorro de energía y la promoción de la sustentabilidad.

Con esta casa, su creador, Charly Karamanian, se propuso demostrar que en Argentina es técnicamente posible, además de que resulta conveniente construir utilizando técnicas y tecnologías sustentables.

Una vivienda resulta sustentable cuando en las etapas de diseño, construcción, operación y fin del ciclo de vida se tienen en cuenta criterios que reducen de manera significativa las consecuencias negativas en el ambiente y sus habitantes. Una vivienda sustentable busca ser: saludable, confortable, duradera, eficiente y responsable.

La letra G de su nombre deriva de las iniciales de las palabras Green, Gaia y Galileo. La casa fue inaugurada en diciembre de 2013; desde entonces está habitada por Charly Karamanian y su familia. Además de ser una de las casas más “ecológicas” de Latinoamérica, la misma es noticia en los principales medios locales e internacionales. La Casa G fue utilizada entre otras cosas, para realizar un documental sobre construcciones sustentables y para filmar varios cortos relacionados a la promoción de las energías renovables y el reciclado.

A partir del lanzamiento de La Casa G, Charly Karamanian ha publicado una gran variedad de artículos promoviendo el uso racional de los recursos y los hábitos sustentables en el hogar y ha brindado charlas y conferencias en diversos ámbitos: Cámara Argentina de la Construcción, Green Drinks Buenos Aires, Jornadas Sustentables Sustentator y Ser Sustentable, ITBA e inclusive ha sido orador en la charla TEDx Bahía Blanca «De la cueva a la casa sustentable».

Para lograr su objetivo, La Casa G cuenta con el apoyo de empresas que se destacan por la calidad y la sostenibilidad de sus productos y servicios.

¿Cuál es la diferencia entre una casa de construcción sustentable con relación a una de construcción tradicional?

Básicamente la diferencia radica en su diseño, la selección de los materiales y su implementación racional; la disposición de los residuos de obra, el cuidar el agua y el entorno. Como resultado se logra un mayor confort con el menor consumo energético posible.

Al momento de iniciar un proyecto, tanto propietarios como profesionales intervinientes deberían tener en cuenta que la construcción y el funcionamiento de una vivienda genera un compromiso social y con el ambiente de no menos de 100 años. Si incorporamos los fundamentos del diseño bioclimático y elegimos materiales y tecnologías constructivas con criterio sustentable, lograremos minimizar el impacto en el medio ambiente, ganar en confort y reducir el costo de operación de las viviendas.

¿En qué aspectos claves se debe trabajar para que la casa sea sustentable?

En la Argentina, casi el 90% de la energía es producida utilizando combustibles fósiles, por lo tanto, la energía más limpia es la que no se consume. En un edificio u hogar, el mayor consumo corresponde a los sistemas de climatización, seguido por los de iluminación y electrodomésticos de uso permanente como heladeras, bombas y ascensores. Por lo tanto, un buen diseño bioclimático y aislaciones eficientes evitará los consumos innecesarios. Una buena distribución de los ambientes y el uso de soluciones como ventanas de techo o túneles solares evitará el uso de energía para iluminación durante el día. Durante la noche utilizaremos iluminación del tipo LED, que no solo es más eficiente que las de bajo consumo (menor consumo, generan menos calor y duran más) sino que las mismas no contienen mercurio.

Diseño bioclimático: Esto no es algo nuevo. Si nos fijamos en las construcciones de nuestros antepasados, la implantación en el terreno y la orientación de los ambientes, podremos ver que eran realizadas adoptando estrategias de climatización pasiva, aprovechando los beneficios de la luz solar y las ventilaciones cruzadas. Con la industrialización de las viviendas y el surgimiento de los sistemas de climatización, muchos de estos conocimientos fueron dejados de lado y se prioriza la estética antes que la eficiencia. Hoy el costo de la energía y la mayor información sobre las consecuencias de la actividad del hombre sobre el ambiente nos obliga a repensar la manera en que construimos nuestros hogares.

Aislaciones térmicas eficientes: En techo, muros y suelo, para lograr coeficientes de transmitancia térmica lo más bajo posibles. En la Casa G se buscó coeficientes menores a 0,50. La Ley 13.059/03 de la provincia de Buenos Aires requiere que los muros cuenten con coeficientes k menores a 1 sin embargo aún se sigue construyendo con muro de ladrillo cerámico con un k mayor a 1,75.

Cuidado de la energía: Indudablemente si tomamos en cuenta los dos aspectos anteriores la casa consumirá mucho menos energía que una casa estándar. También se puede ahorrar energía aprovechando la energía del sol para calentar el agua corriente sanitaria, utilizar bombas y artefactos de iluminación de bajo consumo.

Cuidado del agua: Recupero de aguas de lluvia, reutilización de aguas grises y procesamiento de efluentes. Ese aspecto se podrá desarrollar en mayor o menor medida dependiendo del lugar donde está emplazada la vivienda, pero sin duda constituye uno de los aportes más importantes al medio ambiente a largo plazo.

Manejo de residuos: Aquellos generados durante la obra y prever un lugar físico en cocina, lavadero o garaje para separación de residuos en origen en el día a día.

¿Cuál es el costo promedio o el costo base del m2 de obra de construcción sustentable y cuanto más sale en relación con una vivienda tradicional?

Básicamente depende de la técnica y tipos de tecnologías adoptadas. La diferencia puede ser de entre un 5 y un 30%. Hay aspectos como el diseño bioclimático que no sale más caro que una construcción tradicional y nos permite ahorrar dinero desde el mismo momento en que habitamos la casa. Hay materiales y tecnologías como las aislaciones térmicas y los colectores solares para calentar agua corriente sanitaria cuyo plazo de amortización se encuentra entre los 4 y 6 años y hay otros como los paneles fotovoltaicos que superan los 10 años. Lo que recomiendo es establecer prioridades en base al presupuesto de obra y al momento de diseñar el proyecto dejar prevista la posibilidad de actualizaciones futuras. Por otro lado, en los próximos años, con la quita de los subsidios, la desregulación de las tarifas y la sanción de leyes de “net metering” (que posibilitan que las compañías eléctricas aprovechen el excedente de energía generada por los sistemas fotovoltaicos de la casa durante el día, descontando el importe correspondiente de la factura a fin de mes) los tiempos de amortización serán aún menores.

¿Qué tipo de materiales son los que no pueden dejar de utilizarse en una vivienda sustentable?

No hay materiales imprescindibles. Los materiales y las técnicas evolucionan. Lo que debemos tener siempre presente es el criterio de conservación de los recursos y la huella de carbono de los materiales que utilizamos. Tenemos que priorizar aquellos de origen local. Para reducir la huella de carbono, elijamos aquellos cuyas plantas y centros de distribución estén lo más próximos a la obra. Optemos por aquellos producidos bajo normas ISO 14001 de gestión ambiental responsable; aquellos que incorporan materiales reciclados dentro de sus componentes. Maderas con certificación FSC, provenientes de bosques de cultivo. Materiales con certificación energy star, que cumplen normas de ahorro de energía. Pinturas al agua y pegamentos sin componentes orgánicos volátiles.

¿Se pueden hacer casas sustentables en plena ciudad o deben estar en zonas con verde y no tanta densidad?

Se puede lograr construcciones sustentables en cualquier lugar. No hay un modelo o configuración tipo, sino que en cada caso se debe relevar las características climáticas de cada lugar y los recursos y servicios con que se cuenta. Aplicar criterios sustentables en nuevas construcciones es relativamente sencillo. Resulta más complejo, pero no imposible, mejorar la eficiencia de construcciones más antiguas.

¿Cuándo se traza un proyecto de este tipo, por donde se comienza?

Para poder desarrollar las bases de un buen diseño bioclimático necesitamos conocer en detalle las características climáticas del lugar donde estará emplazada la construcción. Historial de temperatura, humedad, lluvias, vientos predominantes, estudios de suelo, etc. Luego se definen los materiales a utilizar en base a su proximidad geográfica y la mano de obra calificada disponible en la zona.

¿Cuánto demora una construcción sustentable, más o menos que una tradicional?

Debería demorar menos. Los sistemas constructivos modernos tienen tiempos de ejecución menores y a su vez son térmicamente más eficientes.

¿Los costos de mantenimiento son distintos al de una casa normal?

La casa utiliza materiales y sistemas pensados para durar en el tiempo con el menor mantenimiento posible. Por ejemplo, en el exterior prácticamente no utilizan materiales ferrosos o carpintería que requiera de pintura periódica (salvo puerta principal y portón de garaje en madera de bosque de cultivo). Por otro lado, la mayoría de los materiales fueron elegidos observando la proximidad de las plantas industriales de fabricantes y proveedores, que los mismos fueran producidos bajo sistemas de gestión ambiental y/o incorporando materiales provenientes de fuentes renovables o utilizando componentes recuperados o reciclados.

¿Es una utopía pensar que a futuro solo se pueda construir de manera sustentable? ¿Qué cosas deberían cambiar para que eso suceda?

Yo diría que ese es el camino; estamos “volviendo” a eso. Si nos fijamos en las construcciones de nuestros antepasados, la implantación en el terreno y la orientación de los ambientes, podremos ver que eran realizadas adoptando estrategias de climatización pasiva, aprovechando los beneficios de la luz solar y las ventilaciones cruzadas. Con la industrialización de las viviendas y el surgimiento de los sistemas de climatización, muchos de estos conocimientos fueron dejados de lado y se priorizó la estética antes que la eficiencia. Hoy el costo de la energía y la mayor información sobre las consecuencias de la actividad del hombre sobre el medio ambiente nos obliga a repensar la manera en que construimos nuestros hogares.

Como en todo esquema productivo, los costos bajan al lograr una economía de escala. A medida que la gente adopte los nuevos materiales y productos verdes, los precios serán más competitivos y los productos no amigables con el ambiente desaparecerán. Es importante destacar, que aún a los precios actuales, la diferencia se recupera en el mediano plazo y en el tiempo obtenemos ahorros muy importantes. Es innegable que construir es caro, aquí y en el resto del mundo. La diferencia es que en otras partes existen créditos o hipotecas verdes e incentivos económicos o impositivos.5

 

Características de la Casa G

La Casa G integra de manera sustentable, eficiente y funcional los siguientes criterios, sistemas y tecnologías:

  • Diseño bioclimático. La implantación en el terreno y la orientación de las plantas fueron realizadas adoptando estrategias de climatización pasiva, aprovechando los beneficios de la luz solar y las ventilaciones cruzadas. El primer bosquejo de la casa fue realizado a mano alzada y se continuó con el diseño utilizando herramientas CAD. La maqueta virtual resultante fue analizada según la posición del sol en los distintos horarios y estaciones del año. De esta manera se optimizó el ingreso de luz solar en invierno y minimizó el ingreso del calor en el verano. A tal efecto, la casa cuenta con 80 m2 de galerías sobre el lado noroeste que además reciben la contención de la propia estructura de la casa, que rodea y protege de los vientos fríos del sur, generando un microclima y la posibilidad de disfrutar de las galerías y la piscina durante todo el año. Por otro lado, la ubicación de la piscina permite que el aire caliente proveniente del norte descienda su temperatura al pasar sobre el espejo de agua. El centro de la galería cuenta con un árbol y una abertura superior que en verano promueve la circulación y salida del aire caliente atrapado debajo de la superficie vidriada. Las ventanas con orientación norte son de tamaños generosos mientras que las orientadas hacia el sur son más pequeñas. El cuarto de estar cuenta con una sección central de doble altura, con un ventanal superior de apertura regulable que aprovechando el efecto chimenea, permite mantener el cuarto de estar fresco en verano y aporta iluminación natural. Está prevista la colocación de árboles, arbustos y plantas ornamentales seleccionando aquellas especies autóctonas de menor requerimiento hídrico. La ubicación y distribución de la vegetación busca maximizar los beneficios de la sombra natural.
  • Aislaciones térmicas eficientes en techo, muros y suelo, logrando coeficientes de transmitancia térmica que quintuplican la eficiencia térmica de una construcción estándar (ladrillo simple del 12) y supera en un 100% lo requerido por la ley 13.059/03 de la provincia de Buenos Aires.
  • Utilización de energías limpias y renovables. La Casa funciona exclusivamente con energía eléctrica.
  • Climatización: Se instaló un sistema eléctrico de LG con bomba de calor y tecnología inverter, conocido como “aerotermia”. No solo resulta ecológico ya que no genera emisiones, sino que cuadruplica la eficiencia de un sistema de gas (COP mayor a 4). Utiliza la energía térmica del aire exterior para calentar o enfriar el agua en la caldera “Therma-V”. El agua caliente se utiliza en el suelo radiante y para calentar el agua corriente sanitaria (ACS) cuando no hay sol; el agua fría es utilizada por los fancoils para refrescar la casa en verano.
  • Energía solar térmica: La casa cuenta con 4 colectores solares ubicados en el techo, orientados hacia el norte. Calientan el ACS aprovechando las radiaciones solares, permitiendo un ahorro anual mayor al 85%.
  • Energía fotovoltaica. La casa cuenta con 12 paneles fotovoltaicos que aportarán entre 60% y 80% del consumo eléctrico. Además, funciona como un sistema de emergencias para los casos de cortes en el suministro eléctrico.
  • Tecnología smart metering. La casa utiliza medidores especiales que reportan de manera inalámbrica el consumo eléctrico y del agua en tiempo real. Mediante esta tecnología, se pueden conocer el consumo en sus respectivas unidades de medida (watts o litros) como así también el consumo valorizado en pesos. De esta manera se puede demostrar el tiempo de recupero de cada una de las tecnologías verdes aplicadas.
  • Domótica y uso inteligente de la energía. Para lograr un mayor ahorro de energía y confort, se empleó un sistema de automatización y control a distancia denominado iHaus de Cambre. Las aplicaciones previstas son: Monitoreo remoto, climatización, Iluminación, persianas eléctricas, apertura de garaje, alarma, detección de incendio, CCTV, riego, sistema de filtrado y climatización de piscina. Limpieza de la casa utilizando el robot aspiradora y sensores de riego Flowerpower en macetas, canteros, invernadero y huerta.
  • Iluminación LED. Las lámparas LED consumen hasta 10 veces menos que las lámparas incandescentes y tienen una vida útil de hasta 50.000 horas.
  • Suelo radiante sectorizado. Es más eficiente que utilizar radiadores ya que la temperatura a la que hay que calentar el agua es menor (35-45°C vs. 55-65°C). Según la OMS es el sistema más saludable, ya que promueve el calor desde los pies hacia la cabeza. El uso de termostatos en cada ambiente permite climatizar solo los espacios ocupados y regular la temperatura de manera independiente.
  • Hogar a leña. Con cámara de doble combustión y puerta de cristal vitrocerámico sellada con burletes. Permite tener una gran vista del fuego y control total de la combustión sin humo en el ambiente.
  • Filtrado del agua potable. El agua del suelo en la provincia de Buenos Aires contiene cantidades de arsénico que exceden lo recomendado por la OMS. Para evitar el consumo de agua envasada utiliza un sistema de osmosis inversa.
  • Uso racional del agua: Grifería y duchas con aireadores y otros mecanismos que promueven el ahorro del agua. Inodoros con mochila de doble descarga de 3 y 6 litros.
  • Captación de aguas de lluvia. 300.000 lts. al año. Se colectan aguas de lluvia de techos y balcones. Se almacenan en tanques de 10.000 lts. enterrados en el jardín para utilizar en riego, inodoros, limpieza de la casa, etc.
  • Recupero y reutilización de aguas grises. 200.000 lts. al año. El agua de duchas, lavatorios y lavarropas es filtrada y reutilizada para otros usos que no requieren de agua potable.
  • Tratamiento de aguas negras (inodoro y bidet) mediante un biodigestor. El agua procesada es utilizada para regar el cerco perimetral. Cada dos años se extraen (de manera limpia y sencilla) los lodos secos y se utilizan como fertilizante en el jardín.
  • Bomba Solar SQFlex y bombas sumergidas de alto rendimiento.
  • Piscina con mínimo uso de cloro, combinando desborde finlandés, filtrado inteligente y ionización. Revestimiento oscuro para climatización pasiva y activa aprovechando capacidad excedente de colectores solares en verano. La piscina se mantiene llena y la suciedad se retira del espejo de agua mediante desborde antes que llegue a disolverse o se deposite en el fondo. De esta forma el agua se mantiene limpia y se racionalizan los tiempos de funcionamiento del sistema de filtrado. El tratamiento del agua mediante ionización de cobre y plata fue utilizado por primera vez por la NASA en la nave Apolo para la producción de agua potable. La utilización de estas tecnologías permite desinfectar el agua y disfrutar de una piscina prácticamente sin cloro. Utilizan un robot limpiafondos con filtros lavables, para mantener el agua más limpia, reducir el tiempo de uso de bombas de filtrado y la frecuencia de retrolavados.
  • Pintura latex super lavable con bajo contenido de componentes orgánicos volátiles.
  • Puertas en madera de bosques de cultivo.
  • Porcelanatos con 20% de materiales reciclados.
  • Pisos multiestrato con madera certificada FSC.
  • Techos recubiertos con membrana liquida color blanco Energy Star.
  • Desarrollo de línea de muebles en cocina y lavadero ecológicos, con tableros FSC o madera de bosques de cultivo. Mesadas con 75% de materiales reciclados. Provista de seis contenedores rotulados para facilitar la separación de residuos. Orgánico compostable, orgánico no compostable, papel/cartón, plástico, vidrio y metal.
  • Desarrollo de línea de placares realizados con tableros FSC.
  • Maceteros de terrazas y jardines realizados utilizando “madera plástica” producida reutilizando envases de Tetrapak.
  • Generadores de compost y lombricompuesto. La casa cuenta con instalaciones que facilitan la separación y el reciclado de los residuos. Los desperdicios orgánicos se reutilizan como fertilizante ecológico en la huerta orgánica y el resto se dispone reduciendo el impacto en el medio ambiente.
  • Línea blanca de bajo consumo de agua y energía.
  • Anafes con tecnología inducción (30% mayor eficiencia que vitrocerámicos) y horno eléctrico convector.
  • Mantenimiento de espacios verdes utilizando únicamente herramientas eléctricas.
  • Estación de carga para pilas recargables.
  • Garaje acondicionado para recargar el automóvil eléctrico.
  • Riego por aspersión, goteo y lecho nitrificante.
  • Invernadero integrado a la casa y huerta orgánica.
  • Central meteorológica con medición de calidad del aire interior.
  • Observatorio astronómico. Si bien un observatorio astronómico no tiene un impacto ambiental significativo, se puede destacar su valor pedagógico y su afinidad con la cultura verde. Muchas veces es necesario darnos cuenta de las dimensiones del universo para comenzar a valorar y cuidar nuestro planeta, único en el sistema solar con presencia de agua en estado líquido. «Nuestra lealtad es para las especies y el planeta. Nuestra obligación de sobrevivir no es sólo para nosotros mismos sino también para ese cosmos, antiguo y vasto, del cual derivamos.» Carl Sagan.
  • Gestión sustentable del proyecto: Los proveedores fueron seleccionados en función a la sustentabilidad de sus productos, procesos industriales y proximidad de plantas o centros de distribución. Selección de materiales priorizando aquellos reciclados o recuperados. En algunos casos se trabajó junto a sponsors para desarrollar y/o lanzar nuevos productos o servicios sustentables en el país. Difusión inicial del proyecto empleando medios digitales y/o papel 100% reciclado.
  • Gestión sustentable de la obra: Construcción de obrador y cerco perimetral empleando materiales FSC u otros que posteriormente fueron reutilizados. Por ejemplo, la madera del cerco de obra se usó para la construcción de muebles, bancos y bancanales para cultivos en invernadero y huerta orgánica. Clasificación, reciclado y disposición final de todos los residuos generados durante la obra.

Para saber más sobre la Casa G ingresa en www.lacasag.com

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