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Casa verde: ¿es posible tener una vivienda 100% sustentable en el país?

Noviembre 2016, Buenos Aires, Argentina

Los modelos que se levantan con esa intención sólo cuestan un 5% más que las construcciones convencionales; en éstas, se pueden hacer cambios para mejorar la eficiencia

 Si bien todavía existen algunas lagunas en las reglamentaciones, es posible construir una vivienda ecológica en el país. Los especialistas afirman que la gran diferencia puede hacerse si ya se la piensa desde cero con esa intención. Para los que ya tienen su casa en pie, existen múltiples estrategias para mejorar la eficiencia, que van desde grandes cambios que requieren una inversión de dinero hasta pequeñas modificaciones en los hábitos cotidianos.

En uno y otro caso, el impacto positivo no es sólo ambiental, también incide favorablemente en la economía al interior del hogar ya que está comprobado que las inversiones se amortizan con la baja en el consumo de energía, agua y gas. De hecho, se estima que sólo cuestan entre un 3 y 5% más caras que las convencionales.

Materiales ecológicos, aislamiento térmico, energías renovables, la instalación de paneles solares o de techos verdes, son sólo algunas de las características que tienen las casas sustentables.

Construcción

Según el ingeniero Luiz Henrique Ceotto, en la etapa de producción (planificación), un arquitecto tiene un 80% de posibilidades de intervenir con éxito procurando la eficiencia del hogar. En la etapa de construcción, esas posibilidades se reducen a un 15% y el 5% restante corresponde al uso y al mantenimiento. Es decir, si ya se piensa en la sustentabilidad desde un comienzo, el impacto sobre el ambiente será menor en el posterior uso de la vivienda. Por ello, cada vez son más las iniciativas que en la Argentina buscan desarrollar modelos de casas que sean sustentables desde el principio.

Desde Habitar Sustentable, el arquitecto Guillermo Durán repiensa la forma en la que se proyectan las construcciones a partir de algunos principios básicos, que también pueden aplicarse a construcciones existentes. Uno, el aislamiento térmico. «Más del 40% de la energía que se usa en las viviendas es para calefaccionar. Una casa se puede aislar con productos económicos especiales como placas o revestimientos», explica. Ante ello, el experto aconseja ir reemplazando las ventanas por las de doble vidriado y aislar los taparrollos de las cortinas.

¿Por qué aplicar estas medidas? «Porque reducen el consumo de energía y, por ende, tus gastos», afirma Durán; a lo cual el arquitecto Alberto Gorbatt, titular de Arqa, agrega: «El 70% de la pérdida de energía se da por las aberturas».

Energía

Si bien se trata de una inversión económica inicial, el recupero económico se obtiene con el paso del tiempo. Herrera Vegas ejemplifica el beneficio ambiental-económico: con un termotanque solar (a un precio entre los 12 y 15.000 pesos), una familia de cuatro personas puede bañarse, limpiar platos y ropa, y emplear el agua en otros usos, llegando a ahorrar aproximadamente el 80% de su factura anual de gas destinado a calentar el agua.

Por otro lado, la eficiencia energética se puede alcanzar con pequeños cambios cotidianos: aprovechar al máximo la luz natural, apagar todo lo que no se esté usando, reemplazar los electrodomésticos por aquellos con etiquetado de mayor eficiencia o cambiar las lámparas clásicas por LED.

Espacios verdes

El exterior también incide en mejorar el impacto ambiental e incrementar la eficiencia del nivel de vida. ¿Cómo? Un cambio mayor es optar por techos verdes. «Su principal beneficio es la aislación térmica y acústica. Se trata de la instalación sencilla y rápida de un perfil de suelo unísono sobre una cubierta verde y vegetación seleccionada. Ella permite retener el agua de lluvia, liberar oxígeno a través de las plantas y otros beneficios adicionales en el contacto con un espacio verde», explica Federico Pérez Tkaczik, representante de Greentec.

Una de sus clientes del barrio de Caballito, desmitifica dos de las preocupaciones: el drenaje de agua es completo y no cae agua sobre el ambiente interior, y la inversión inicial se recupera, pues ella ya no utiliza ni el aire acondicionado ni la calefacción gracias a la conservación de la temperatura. El costo de un techo verde varía entre 150 a 250 dólares por metro cuadrado + IVA.

Agua

En el caso del agua, además de emplearla de forma racional, los expertos aconsejan adquirir artefactos especiales que se introducen en la grifería para lograr que el agua salga en menor cantidad o reemplazar los inodoros por los de botón doble descarga (de 3 y 6 litros).

Según Enrique Martua Konstantinidis, director de Cambio Climático de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), el calentamiento del agua se puede realizar de tres formas estratégicas: colocar un temporizador al termotanque eléctrico para mayor resistencia de la tensión eléctrica, apagar el termotanque en la noche o cuando no se está en el hogar u optar por termotanques solares.

Esta última fue la decisión que él mismo tomó en su departamento de la provincia de Buenos Aires. Los resultados a la vista: reducción del uso de energía en un 75% que se traslada en su factura. Con una inversión inicial de alrededor de 12.000 pesos, hoy ahorra hasta 400 pesos por mes.

Un hogar más eficiente

El foco está puesto en utilizar materiales ecológicos, y aprovechar al máximo los recursos naturales y las energías renovables

Una realidad que crece

Testimonios en primera persona

Vive en una junto a su familia

«Se puede, pero bajo el sistema económico actual es complejo lograr construcciones 100% sustentables», explica Charly Karamanian, quien construyó La Casa G, una casa sustentable basada en el diseño bioclimático en Cañuelas, provincia de Buenos Aires. Cuenta con aislaciones térmicas eficientes en techo, muros y suelo; utiliza energías limpias y renovables, y tiene filtrado del agua potable. Allí vive junto a su mujer y sus dos hijos. Aconseja: «Hay que contratar a un arquitecto con experiencia previa en construcciones sustentables o que esté dispuesto a comprometerse con el proyecto, e ir al lote de construcción y conocer el clima y ambiente».

Construyen viviendas con impacto social

Habitar Sustentable construye viviendas pensadas bajo el paradigma de la sustentabilidad. En una primera inversión con los materiales y consejos de su imple-mentación cuesta 5% más que lo convencional. El ahorro posterior de energía puede llegar al 75% y del uso del agua al 45%. También trabaja de forma conjunta con un sentido de impacto positivo desde lo social. Ejemplo de ello es un proyecto en La Plata, donde la construcción de las viviendas se realiza a través de la compra colaborativa de materiales y donde un albañil se ocupa de las cinco casas para reducir los costos.

Proyectos que educan en la sustentabilidad

El proyecto Quinta Esencia en el departamento de Mar Chiquita consiste en una escuela de sustentabilidad construida a partir de fardo de paja, recubierto de adobe y techo verde con un posterior uso de energía cero gracias al aislamiento térmico. Otro caso es Proyecto Lewet en el norte del país, centro de capacitación artesanal wichi desarrollado por la ONG Arte y Esperanza, basado en el concepto de earthship o «navetierra»: captación de agua de lluvia, reutilización de aguas grises y negras, producción de alimentos, estabilidad térmica por masa terrestre, energía eléctrica con paneles solares y utilización de residuos para la construcción.

Apenas son más caras que las convencionales

Eugenio Siri, arquitecto del Grupo Madero, dice: «Hay que considerar un 3% de aumento por la aislación térmica. Pero el costo del posterior mantenimiento se reduce notablemente. El proyecto de arquitectura tiene que ser eficiente, con la correcta elección de materiales, y poner una iluminación LED y usar energías renovables». El experto asegura que la principal dificultad es la falta de conocimiento: «Para muchos, una construcción sustentable pasa sólo por aplicar tecnología a una vivienda, y ello es errado. La clave es pensar el proyecto desde un comienzo, según las condiciones ambientales del lugar».

Todavía la reglamentación está atrasada

Según Alberto Gorbatt, titular de Arqa, «en materia de reglamentación hay mucho trabajo por hacer. Buenos Aires, por ejemplo, está repleta de pisos con medianeras expuestas y no hay ninguna norma que te exija cierta aislación térmica de esas paredes». Un ejemplo del cambio que se necesita a nivel paradigma arquitectónico es el primer earthship construido en Ushuaia, por la pareja de actores Mariano Torre y Elena Roger junto al arquitecto Michael Reynolds. Como no hay reglamentación que considere un ladrillo o botella de vidrio como un ladrillo seguro, el resultado final no puede ser usado como vivienda de familia, sino como espacio comunitario.

 

Fuente:

PARA LA NACION

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